En Julio de 1997, la rivalidad continuada entre Apple y Microsoft pareció desvanecerse con el anuncio de una nueva asociación para cooperar que incluía:
– Un intercambio de licencias
– Un acuerdo por cinco años para desarrollo continuado de Office para la plataforma Mac
– La designación de Internet Explorer como el navegador web por omisión en el Mac
– Una pequeña pero simbólica inversión de 150 millones de dólares de Microsoft en Apple
¿Por qué invirtió Microsoft millones en una asociación con su competidor más obvio en el mercado de sistemas operativos de sobremesa?
Según una leyenda habitual, Microsoft fue obligado a meter millones en Apple para revitalizar a un rival con problemas para engañar a los federales, que estaban mirando todo con lupa para iniciar el juicio antimonopolio.
Además de servir como una treta antimonopolio, analistas, columnistas y sensacionalistas de todos los colores han hablado para añadir adornos extra a la leyenda del rescate de Apple.
La leyenda se convierte en mito
Como es conocido, es moda entre los apologistas de Microsoft insistir que la compañía respondió por Apple en un altruista acto de compasión, y que cualquier éxito que tenga ahora Apple debería corresponderle a Microsoft.
Mark Stephens, escribiendo como Robert X Cringely, especuló que Apple realizó el acuerdo para tener acceso al código de Windows, y está usando el ahora expirado acuerdo de licencias para ofrecer la Red Box, un sistema para poder utilizar sin problemas programas antiguos para Windows dentro de Mac OS X, de la misma forma en que un OS/2 podía utilizar programas Win16 y DOS.
Otros han sugerido que Apple no tenía dinero y necesitaba desesperadamente la ayuda de Microsoft, ignorando el hecho de que Apple acababa de presentar 1,2 miles de millones de dólares en dinero de caja. Otros 0,15 miles de millones no iban a tener un impacto significativo en la supervivencia de la empresa.
También sabemos ahora que Microsoft no es realmente una empresa compasiva, y que la Red Box no va a existir; era una idea cuestionable hace 10 años, y el concepto sólo ha crecido más absurdo a medida que pasaba el tiempo.
¿Era el principal objetivo del acuerdo ofrecer una nueva versión de Office para Mac e invertir todos esos millones en Apple sólo para proteger a Microsoft frente a las acusaciones antimonopolio?.
Antimonopolio era sólo una pista falsa
Siguiendo una pregunta de la Federal Trade Commission en el juicio por abuso de monopolio contra Microsoft, el Departmento de justicia abrió su propia investigación sobre Microsoft en 1993, y alcanzó un acuerdo con la empresa un año después.
Como parte del decreto acordado, Microsoft consentía en no atar ningún producto a las ventas de Windows, y por lo tanto cesar en su posición de monopolio en los sistemas operativos de sobremesa para evitarlo .
El DoJ abrió una nueva investigación antimonopolio en Microsoft, junto con los Fiscales generales de veinte estados. Al poner el caso conjuntamente, los perseguidores se quedaron impresionados por las evidencias. Prácticamente cualquier empresa que alguna vez había tenido relación con la empresa estaba lista para testificar contra Microsoft.
Los fabricantes de hardware pudieron testificar que Microsoft obstruyó la venta de alternativas a Windows, forzando la inclusión de los productos asociados, y demandando que los productos de la competencia no se vendieran con los PCs con Windows; Sun pudo demostrar cómo Microsoft trabajó para matar a Java; Netscape explicó cómo Microsoft trabajó para detener la distribución de su navegador.
Realmente, todo el mundo desde desarrolladores de programas, periféricos y fabricantes de sistemas operativos pudieron documentar cómo Microsoft estaba continuamente usando su monopolio para prevenir la competencia y obligar a otras empresas a abandonar sus productos, detener desarrollos planeados o abandonar el soporte a los rivales de Microsoft en cualquier porción del mercado que el gigante decidiera poseer.
Un caso con demasiadas evidencias
Los demandantes decidieron que el caso más sencillo de construir contra Microsoft era el relacionado con su abuso hacia Netscape, y redujeron su demanda sólo para considerar los negocios de Microsoft dentro del mercado de sistemas operativos PC. Sencillamente no tenían tiempo de considerar todas las quejas contra la empresa.
Al reducir el caso de monopolio, los demandantes dejaron la mayoría de los negocios entre Apple y Microsoft fuera de escena; la existencia o desaparición de Apple no habría significado nada en un juicio que involucraba fundamentalmente todo lo relacionado con el Navigator de Netscape y Internet Explorer de Microsoft en Windows.
Microsoft no necesitaba resucitar a Apple para aparentar que la plataforma Mac suponía una competencia real para Windows. Aún más, haciéndolo no ayudaba especialmente a su caso, ya que la existencia del Mac no hizo nada por colocar Netscape en los PCs OEM o porque pareciera que Microsoft no había violado su acuerdo de 1994.
Cuando comenzó el juicio por abuso de monopolio en 1998, había una impresionante evidencia de que Microsoft había abusado de su monopolio obligando a los fabricantes de PCs a instalar Internet Explorer y mostrarlo de forma prominente, o arriesgarse a tener su licencia para vender Windows con sus PCs revocada.
Sin soporte en el caso
Los actos probados que encontró el juez Thomas Jackson determinaron que Microsoft había usado su monopolio en los sistemas operativos de sobremesa para manipular el mercado y evitar la competencia, y recomendó separar el negocio de aplicaciones de Microsoft del negocio de sistema operativo.
Incluidos en los hechos probados hay una afirmación resumida que demuestra la poca trascendencia que Apple tuvo en la decisión resultante:
“Vistos de forma conjunta, tres hechos principales indican que Microsoft disfruta del poder monopolístico. Primer, la cuota de mercado de Microsoft en sistemas operativos de PC con procesadores Intel y compatibles es extremadamente grande y estable. Segundo, la cuota de mercado dominante está protegida por una gran barrera que impide entrar. Tercero, y principalmente como resultado de la barrera, los clientes de Microsoft carecen de una alternativa viable comercialmente a Windows.”
Preguntas sorprendentes
Si ofrecer una nueva versión de Office para Mac e invertir millones en Apple no podía hacer nada por proteger a Microsoft en el juicio antimonopolio y las violaciones de acuerdos que tenían poco que ver con Apple, ¿Qué estaba realmente detrás del acuerdo multimillonario?
Aún más, por qué estaba Bill Gates (un mes antes de anunciar el acuerdo con Apple, y seis meses después de hacer un anuncio público del lanzamiento de un nuevo Office para Mac) reuniendo información interna sobre cómo podrían ocultar mejor a Apple el estado del desarrollo de Office para Mac?
¿Qué ganaría Microsoft con amenazar con matar o retrasar Office para Mac?
No nos sirve muerto
Microsoft habría perdido cientos de millones de dólares con la cancelación de su producto Office para Mac. En 1997, las ventas de Office 4.2.1, entonces ya con tres años de antigüedad, los beneficios habían caído por debajo de los 50 millones de dólares en el año y competidores más pequeños estaban ganando terreno en la plataforma Mac.
Microsoft no tenía intención de renunciar a los 150 millones de dólares de cómodos beneficios de Office para Mac a Nisus, Claris y otros rivales. Después de dedicar la mayoría de sus recursos de desarrollo a programas Windows, Microsoft había descubierto que el mercado de software del Mac era más valioso que mercado de software de Windows que estaba construyendo entre los usuarios de DOS.
Según Gartner, la cuota de mercado mundial de Apple en unidades de ordenadores vendidas había caído de alrededor del 11% en 1990 a 4,6% en 1996, pero eso no era porque las ventas de Macs hubieran descendido a la mitad.
En realidad, el mercado de microordenadores se había redefinido pasando de los mercados que había tenido a mediados de los 80 (hogar, pequeña oficina y educación) para incluir ahora instalaciones masivas de PCs en empresas donde frecuentemente servían como reemplazo de terminales conectados a un superordenador o miniordenador.
A pesar de la definición cambiante del término “Mercado de PCs”, un muy valioso segmento de ese mercado seguía perteneciendo al Mac. Eso se reflejaba en ventas de software, y hacía del mercado Mac algo mucho más atractivo de lo que su cuota del 4,6 % podría sugerir al observador ocasional.
El caso de Office para Mac
Microsoft era perfectamente consciente de cuánto dinero en cada categoría de producto. Sería estúpido para la empresa cancelar Office para Mac, sencillamente porque hacían mucho dinero con él.
Incluso haciendo muy poco, Microsoft podría seguir haciendo montones de dinero, mantener los lanzamientos de Office para Mac sin sincronizarlos con los de la versión para Windows y suficientemente retrasados, crear barreras de compatibilidad entre las dos plataformas de Office, y seguir dejando grandes periodos entre lanzamientos.
Eso permitiría a Microsoft aprovechar los gordos beneficios de Office para Mac sin grandes trabajos y dirigir la atención hacia Windows, que “¡utilizaría los programas más populares como Office mucho mejor!”
Matar Office para Mac sería el peor escenario posible para Microsoft, ya que no sólo perdería montones de beneficios, sino que también amenazaría su posición como el fabricante dominante de programas para oficina.
Después de dejar que Office 4.2.1 se marchitara en el Mac, Microsoft se enfrentó a más compentencia contra ClarisWorks y Nisus Writer en la plataforma Mac.
Un acuerdo curioso
Aunque vender Office para Mac era claramente del interés de Microsoft, comprometerse a desarrollar nuevos lanzamientos de forma regular sincronizados con las versiones de Windows durante la siguiente década no lo era.
Microsoft había usado amenazas repetidamente para retrasar o incapacitar la siguiente versión de Office para Mac como una herramienta de regateo con Apple. Con semejante nivel de potencia a su disposición, ¿por qué podría Microsoft llegar a un acuerdo por el que renunciaba a él y en su lugar comprometía a la empresa a corresponder sus esfuerzos en el Office para Windows con los del Mac durante cinco años?
Apple obtuvo un buen espectáculo de soporte de otras empresas, se liberó a si misma de la constante incertidumbre del Office para Mac y obtuvo dinero del acuerdo. ¿Qué tenía ese acuerdo para Microsoft? ¿Qué concesiones pudo demandar posiblemente Microsoft de la condenada Apple a cambio?
Sólo un año antes, Apple había presentado unas increíbles pérdidas de 816 millones de dólares (dos tercios de lo que Microsoft perdió en la Xbox, Zune, WinCE, y sus otros esfuerzos en la electrónica de consumo el año pasado. ¿Cómo podría la debilitada Apple ofrecer a Microsoft algo valioso?
La demanda garantizada de Microsoft
Subrayando aún más que el acuerdo no tenía nada que ver con las violaciones monopolísticas, Microsoft exigió que Apple hiciera Internet Explorer el navegador web por omisión en el Mac. Si la empresa estuviera preocupada en algún sentido por el caso de monopolio, semejante acuerdo sería una forma absurda de crear la apariencia de un mercado abierto.
Hacer de sus productos preinstalados los que se usaban por omisión, era la base fundamental del modelo de negocio del monopolio de Microsoft. La empresa quería usar la plataforma Mac para establecer Internet Explorer y matar el navegador Netscape, garantizando que todas las aplicaciones web necesitarían ser compatibles con Internet Explorer, y por lo tanto ofreciendo una razón para comprar el producto Internet Information Server de Microsoft, y los servidores Windows NT para utilizarlo.
Netscape informó en esa época que un cuarto de los visitantes de su web eran usuarios de Mac. Al forzar a Apple a hacer de Internet Explorer el navegador por omisión, Microsoft podría devorar rápidamente un cuarto de la base instalada de Netscape. Los términos del acuerdo con Microsoft prohibían a Apple la promoción de Netscape Navigator o incluso poner su icono en el escritorio.
Como Office para Mac, el navegador Internet Explorer se usaría para llenar espacio en el mercado Mac para estrangular a Netscape y evitar la emergencia de cualquier amenaza competitiva, mientras que al mismo tiempo era abandonado para que se secara en la parra; eso redirigiría la atención directamente hacia Windows, que obviamente “¡permitiría utilizar populares programas como Internet Explorer mejor!”
Todo esto ya había pasado antes
Aunque Microsoft colocó Internet Explorer como un problema principal en sus negociaciones con Apple, la auténtica razón por la que Microsoft estuvo de acuerdo en comprometerse con Office para Mac y dar una cantidad simbólica en soporte de Apple con la compra de unas acciones fue para resolver unos enormes problemas con las patentes.
La demanda de Apple por el aspecto (look and feel) que se desarrolló entre 1988 y 1994 (artículo en faq-mac.com, de imprescindible lectura), había enseñado a Apple que los interfaces de software no estaban en realidad protegidos por copyright. Apple había perdido ese juicio parcialmente porque nunca había patentado realmente las ideas que estaba intentando proteger.
En cualquier caso, el auténtico hundimiento del caso de Apple sobre el aspecto fue el pobremente redactado contrato que garantizaba a Microsoft amplios derechos sobre el interfaz del Mac.
El acuerdo fue aprobado por el CEO John Sculley, que pensó que los derechos estarían limitados a Windows 1.0; Microsoft aseguró que las provisiones se aplicaban a cualquier producto que la empresa vendiera y el juez estuvo de acuerdo.
Como Apple había dado a Microsoft los derechos de utilización de las características del interfaz del Mac, se quedó sin caso. Irónicamente, Sculley había estado de acuerdo con los términos del contrato para garantizar que Microsoft no retrasaría la entrega de los programas Word y Excel para Mac.
Una década después, Apple y Microsoft estaban de nuevo en negociaciones por el mismo tema: Apple volvía a necesitar Office, y Microsoft fue de nuevo acusada de utilizar la propiedad intelectual de Apple.
Pero esta vez había una diferencia
Lo que había cambiado en los últimos diez años es que Apple había aprendido la lección; la empresa estaba solicitando patentes sobre todo. Su abultado portfolio de patentes estaba creciendo de forma peligrosa, nosólo porque cada vez era mayor, sino porque la tambaleante empresa estaba cada vez más desesperada.
La pila de patentes de Apple recordaba a las bombas de la Unión Soviética: amenazadoras durante la Guerra fria, pero potencialmente más erráticas y peligrosas una vez que el país empezó a dividirse en naciones independientes.
Como testificó el Microsoft VP Paul Maritz en el caso del monopolio, “estábamos hipersensibles con respecto al daño que una Apple con problemas podría causar.” Maritz se refería a la propiedad intelectual de Apple como “terrorismo de patentes.”
El testimonio en el juicio del monopolio del Vicepresidente de Apple para Ingeniería del software, Avie Tevanian, reveló que “Apple notificó a Microsoft en 1996 que sus sistemas operativos Windows y el navegador Internet Explorer infringían las patentes de Apple.”
También se supo que Apple amenazaba “con demandar a Microsoft de forma independiente por un importe de varios miles de millones de dólares por infringimiento de patentes multimedia.”
Computerworld informó, “Microsoft ha pintado a Apple Computer como un competidor duro que amenzó a la empresa con una demanda por infringimiento de patentes por un importe de 1,2 miles de millones de dólares.”
Lleguemos a un acuerdo
Como se podía esperar, era Microsoft quien insistió en unir las discusiones sobre el Office para Mac con las disputas por patentes. La empresa sabía que Office estaba cerca de estar terminado; ya había prometido la inminente entrega de una nueva versión de Office para Mac en su anuncio de la creación de la MacBU en Enero de 1997.
Sus beneficios de la versión actual de Office para Mac se estaban diluyendo. Si no resolvía los temas rápidamente, la empresa se vería obligada a empezar a vender Office para Mac y entonces perdería mucho de su poder monopolístico de Office contra Apple.
Eso explica por qué Bill Gates estaba intentando esconder el nuevo desarrollo de Office para Mac a Apple y determinar una fecha realista de venta.
Iba en el interés de Microsoft hacer lo que fuera necesario para disminuir los daños que enfrentaba por las demandas de Apple por infringimiento de patentes.
Microsoft y el código robado
Además de las disputas por patentes, Microsoft también se enfrentaba a daños en la demanda que Apple originalmente planteó contra San Francisco Canyon Company, y que después amplió para incluir a Microsoft e Intel.
En 1992, Apple había contratado a Canyon para ayudar a portar QuickTime a Windows usando técnicas de aceleración por vídeo que Apple había desarrollado . El contrato de Apple con Canyon prohibía la revelación de su código QuickTime o realizar cualquier trabajo con la competencia.
Sabiendo que Canyon había trabajado para Apple, Intel se acercó a la empresa para obtener código que acelerara el Video for Windows de Microsoft para igualar el rendimiento de QuickTime.
Canyon decidió simplemente reutilizar el código QuickTime de Apple para acelerar Video for Windows; cuando lo descubrió, Apple les demandó por violación de contrato.
Como Intel había dado a Canyon un margen de tiempo tan irrealmente corto para desarrollar el código, Apple posteriormente amplió la demanda para involucrar a Intel y Microsoft, ya que ambas empresas eran claramente de que habían comprado código robado.
Intel y Microsoft: ¡no creáis a Apple!
Tanto Intel como Microsoft se quejaron de que Apple estaba convirtiendo el asunto en algo desproporcionado, y que el código robado sólo representaba un par de semanas de trabajo, aunque seguían usando el código robado meses después.
El interlocutor de Intel Howard High fue citado en diversos periódicos diciendo, “Hay ciertamente mucha especulación aquí en el valle sobre por qué se hace una montaña de algo que es relativamente pequeño, una pieza de código menor.”
Michael Mace de Apple replicó, “Al repetir una y otra vez que sólo se trata de una pequeña porción de código, Intel parece querer decir que robar pequeñas cantidades de código no es nada malo. Supongo que competidores de Intel como AMD y Cyrix están tomando nota.”
La reacción de Microsoft fue aún más sorprendente. Su interlocutor, Rick Segal, primero anunció, “hay serias dudas sobre si Apple realmente es el dueño del código en el que basa su demanda,” a pesar del testimonio jurado hecho por un programador de Canyon admitiendo que él dio el código robado a Intel.
Segal después habló de la demanda de Apple como si se tratara de “un intento de avisar a los desarrolladores de que no usen QuickTime,” y refiriéndose a la “máquina FUD” de Apple como “usar tácticas de brazo armado con el único propósito de hacer que la gente se cambie de Mac a Windows.”
“[Dave] Nagel [de Apple] y su banda de robots de marketing usan tácticas de difamación, mienten sobre los hechos y amenazan a la gente con un fraudulento programa que está lleno de agujeros,” dijo Segal.
Se estaba refiriendo al programa de amnistía de Apple, que permitía a los usuarios y desarrolladores seguir usando el código robado en Video for Windows, y sólo insistían en que Microsoft dejara de distribuir el código robado. También animó a los desarrolladores a que usaran QuickTime en vez del código pirata que ofrecía Microsoft.
A pesar de toda la cortina de humo desplegada por Intel y Microsoft, un juzgado federal rápidamente cursó una orden de restricción que impedía a Microsoft seguir distribuyendo porciones del código robado, y Video for Windows volvió a ser lento. El caso siguió en el limbo durante los dos años siguientes sin que hubiera daños determinados en los juzgados.
Una cosa más
Lo que no se informó sobre el acuerdo de Julio de 1997 fue la suave mención de otros pagos que Microsoft acordó realizar además de invertir unos miserables 150 millones de dólares en acciones. Ese importe nunca se reveló públicamente, pero los datos financieros de Apple sugieren que fue sustancial.
A pesar de perder 850 millones de dólares el año anterior, más de mil millones de dólares en 1997 (de los cuales casi 600 millones estuvieron relacionados con la compra de NeXT), y sufrir una caída de mil millones de dólares en beneficios entre 1997-1998, Apple misteriosamente se las arregló para mantener sus inversiones y además acumular dinero de caja.
No fue hasta 1998 que Apple comenzó a vender sus acciones en ARM, y esas ventas se prolongaron durante varios años. Antes de eso, ¿cómo se las arregló Apple para gastar caso dos mil millones de dólares más de lo que había ganado en dos años, perder un 14 % de sus ingresos, y seguir teniendo los mismos 1,2 miles de millones en dinero de caja sin tener que empeñar nada?
En 1999, David Every escribió en un artículo de Mackido que se rumoreaba que Microsoft había pagado entre 500 millones de dólares y dos mil millones de dólares a lo largo de varios años como parte del acuerdo.
¿Cuánto pagó Microsoft a Apple en realidad? Teniendo en cuenta que el acuerdo zanjaba una serie de infringimientos de patentes y el caso del robo de código de Canyon, parece razonable que los daños reclamados por Apple fueran significativos. Por comparación:
– Microsoft recientemente zanjó con IBM la demanda antimonopolio relacionada OS/2 y los programas de la Lotus SmartSuite de IBM por una cifra de alrededor de 775 millones de dólares.
– Microsoft pagó a Novell 539 millones de dólares para resolver su demanda antimonopolio con respecto al sistema operativo NetWare, y Microsoft sigue demandada por Novell con relación a WordPerfect.
– Microsoft pagó a Palm más de 23 millones de dólares para acabar con una demanda antimonopolio sobre el inacabado BeOS.
– Microsoft firmó con Sun un acuerdo que incluía 700 millones de dólares por la demanda antimonopolio y 900 millones en infringimientos de patentes, ambos relacionados con Java.
– Microsoft pagó a AOL 750 millones de dólares para acabar la demanda antimonopolio sobre Netscape.
Los beneficios de Microsoft de sus monopolios Windows y Office son tan fantásticamente altos que la empresa puede permitirse pagar impresionantes acuerdos a empresas a las que ha robado y obstaculizado su desarrollo en el mercado.
Además, la empresa paga miles de millones en multas antimonopolio cada año en demandas del estado, incluyendo un nuevo chorro de casos en varios estados donde las prácticas monopolistas de Microsoft se han considerado que engañan a los consumidores al matar la competencia que normalmente haría que bajasen los precios.
El mejor amigo, el peor amigo
Después del acuerdo entre Apple y Microsoft, Gates hizo una famosa aparición en la Macworld Expo en una enorme pantalla a lo Gran Hermano para anunciar su excitación ante la posibilidad de ofrecer grandes productos para el Macintosh, incluyendo la cercana versión de Office 98 para Mac y nuevas versiones de Internet Explorer.
El acuerdo de 1997 mató los juicios constantes y los conflictos relacionados con las violaciones de copyright de Microsoft, infringimiento de patentes y código robado.
Eso creó la impresión de que una nueva época de asociación y cooperación empezaba entre las dos empresas, que eran rivales y socios desde hace mucho tiempo.
Apple ya no tenía nada por lo que demandar, y a Microsoft no le quedaba nada que violar.
Esa imagen pública de buen rollo y cooperación fue engañosa. Bajo la superficie, Microsoft y Apple seguían en pleno conflicto.
Mucho de ese conflicto se movía alrededor de la tecnología que iba a cambiar el paisaje de la industria de computación en la siguiente década.